Hacer ejercicio físico además de ser un buen método contra el exceso de peso y herramienta importante para prevenir enfermedades cardiovasculares o diabetes, entre otras muchas, también tiene muchos beneficios psicológicos que posiblemente desconocías.
Por este motivo, hoy os escribo un artículo sobre los beneficios psicológicos que tiene el hacer deporte de forma regular. ¡Seguro que más de una los habrá experimentado!
¿Qué nos aporta el deporte?
¡Felicidad!
¿Nunca habéis acabo de hacer deporte que no sabéis si estáis vivas o muertas pero felices a rabiar?
Pues eso se debe a que durante el entrenamiento se produce una liberación de endorfinas, serotonina (relacionada con el estado de ánimo), dopamina (relacionada con el sistema de placer) y epinefrina o adrenalina.
Con esto consigues que tus niveles de ansiedad y estrés disminuyan y tu sensación de placer aumente. Por lo que podemos decir que aunque mueras en el intento, “mueres”, pero feliz.
Por lo tanto, yo cómo psicóloga que soy, recomiendo que para un bienestar psicológico y a su vez físico, practiques mínimo 3 días a la semana y media hora. ¡Y si puedes y quieres más, aún mejor!
Alivia la ansiedad
Mientras practicas ejercicio y incluso un tiempo después, liberamos neurotransmisores que ayudan a disminuir los elevados niveles de ansiedad, y por lo tanto, nos ayuda a calmarnos.
Es por eso que se recomiendan ejercicios aeróbicos de media o alta intensidad como por ejemplo andar, correr, nadar, ir en bici, bailar, zumba, etc. Con ello conseguirás reducir muy notablemente los síntomas que la ansiedad te producen.
Así que podemos decir que el deporte además de quemar grasas y dejarnos un músculo tonificado, nos sirve como regulador de nuestros niveles de ansiedad. ¡Quien lo diría!
Reduce el estrés
¿Cuántas de vosotras después de un día duro de trabajo, estresante a más no poder, ha ido a entrenar al gimnasio o a correr y después se ha sentido liberada y relajada?
¡Levantad las manos! Seguro que muchas. Pues sí… ¡también reduce el estrés!
Eso se debe a que el ejercicio incrementa la producción de norepinefrina (noradrenalina), que es un neurotransmisor que ayuda muy notablemente a moderar la respuesta del cerebro al estrés.
Es por ello que recomiendo muy encarecidamente que después de un día duro de trabajo, al menos salgamos a andar o a correr media hora o nos vayamos al gimnasio a entrenar un poco. ¡Tu cerebro y tu cuerpo te lo agradecerá!
Mejora tu autoestima
¡¡No sólo por verte mejor físicamente hará que te sientas bien, si no que el ver que con constancia y perseverancia eres capaz de eso y de muchas más cosas que nunca creímos poder hacer, tu autoestima se ve mejorada!!
¿Por qué digo eso? Porqué cada día de entreno es un nuevo desafío, con tiempos distintos, con pesos alternos (si vamos al gimnasio o al box de Crossfit), que te hacen romper y salir de tu zona de confort, aceptando y superando tras cada entreno nuevos retos.
Y con esto lo que consigues es enfrentarte a tus miedos y superarlos.
Os lanzo otra pregunta chicas:
¿Cuántas de vosotras el día que empezasteis a hacer deporte creísteis que a día de hoy haríais lo que estáis pudiendo hacer? Seguro que pocas o ninguna.
Tendemos a infravalorarlos, pero por esa misma razón, cuando ves que puedes con eso y mucho más, tu autoestima mejora y te sientes mejor contigo misma.
Además, muchas de las que ya habéis cogido la rutina de deporte… ¿os ha pasado de tener una semana complicada y no poder ir a hacer deporte y sentiros mal con vosotras mismas? ¡¡Pues ahí tenéis la respuesta!!
Mejoras a nivel cerebral
¡¿Mejora mi cerebro?! Si. Ayuda a trabajar y a mejorar la memoria, por lo que retrasa el envejecimiento o deterioro cognitivo.
Eso se debe a que mejora la estimulación de la neurogénesis (proceso por el cual se generan nuevas neuronas) en el hipocampo, que es una estructura del cerebro que tiene un papel importante en la memoria.
¿Y eso cómo lo hacemos? ¿Os suena cuando o bien en clase dirigida en el gimnasio, o en el Box de Crossfit, o incluso haciendo yoga estáis pendientes de la postura, la pierna, el brazo, etc.?
¿Qué creéis que estamos haciendo ahí? Sin darte cuenta, haciendo una simple postura, cogiendo una barra o mancuerna o en la clase de zumba siguiendo los pasos de la coreografía, tu mente está haciendo una multitarea de máxima concentración.
Es decir, en cuestión de segundos estás haciendo un escáner de tu cuerpo analizando desde los pies hasta la cabeza si estás en buena posición y si no lo estás, te autocorriges.
Madre mía… ¡trabajas más el cerebro haciendo deporte que haciendo sudokus!
Ya que como he dicho, tienes que observar tu técnica y analizar si está bien o qué hay que mejorar. Pero para más inri, cada movimiento tiene su técnica… y te las tienes que aprender.
¡Ya tenemos la solución! ¿Te falla la concentración? Anímate a hacer deporte.
Mejora tu productividad
¿Os ha pasado de ir a entrenar y terminar por los suelos? ¡A mi sí! Y quién diga que no… ¡Miente! Jeje.
Pues aunque no os lo creáis, durante el entrenamiento, cómo he dicho en el apartado anterior, estimulas el cerebro, por lo que está más activo, tiene más capacidad cerebral y por ende tu cerebro está en pleno rendimiento.
¿Y eso que quiere decir? Pues significa que después de ese demoledor entreno y del bajonazo de: “estoy que me muero”, viene la ducha y el ponerse a hacer cosas, ya que tu cerebro, aunque no tu cuerpo, está en un estado óptimo de productividad y eso quiere decir que tu rendimiento va a ser mucho mejor.
Mejora la memoria
Hacer ejercicio de forma regular, ayuda a mejorar tu memoria y la habilidad de aprender cosas nuevas.
Eso se debe a que hay un incremento de la producción de células del hipocampo que son responsables de la memoria y del aprendizaje.
Pensad que cada vez que vais a Zumba, tenéis que aprenderos una coreografía nueva, que cada día de entreno al gimnasio o al Crossfit, hay nuevos ejercicios, montar en bici y cada día rutas diferentes, etc. Con todo esto haces trabajar la memoria a diario.
Mejora las habilidades sociales
Tus relaciones sociales también mejoran ya que empiezas a relacionarte con gente con los mismos gustos o al menos, gente con la que compartir un deporte.
Cómo he ido diciendo en los apartados anteriores, se da un aumento de la autoestima y de la autoconfianza, y por lo tanto, te muestras más receptiva a interactuar con la gente de tu alrededor, a participar de forma más activa en las clases dirigidas o empiezas a hacer deporte en grupo.
Y por lo tanto, empiezas a conocer a gente nueva con la que compartir muchas aficiones. ¿Os ha pasado? A mi sí.
Conclusión general
Resumiendo. Hacer de forma regular ejercicio físico, no solamente nos beneficia a nivel físico, que es lo más evidente y visual, si no que a nivel psicológico nos aporta muchos beneficios y sobretodo, nos aporta calidad de vida.
Además, nos ayuda en la autorregulación moderando la intensidad de nuestras emociones como por ejemplo la ira, la agresividad y sobretodo, la ansiedad, el estrés y la depresión.