Estás en casa y miras por la ventana, porque te llama la atención ese cielo azul precioso y abierto tan característico del invierno y piensas, “hace un día idóneo para salir a hacer ejercicio”. Seguidamente, caes en la cuenta de que, efectivamente, es invierno y en la calle hace un frío que pela, por lo que decides sentarte en el brasero a esperar a la ansiada primavera, porque claro, con bajas temperaturas es mejor no salir a hacer deporte. Pero un momento, ¿eso es así realmente? Ahora, numerosos estudios están afirmando justamente lo contrario. Así que, sigue estos consejos que te dejamos y prepárate, porque ya no te preguntarás más cómo correr con frío, lo convertirás en una rutina.
El frío, ese ¿enemigo? invisible
En la cultura popular está muy arraigado que el buen tiempo es para estar en la calle, hacer deporte, salir y entrar y todo tipo de actividades relacionadas con el ocio y la actividad física. En cambio, relacionamos el invierno con la Navidad, y no hace falta decir qué significa eso (braserito, reuniones, dulces…). Y si piensas en salir a correr, ya te puedes imaginar la voz de tus amigos o seres queridos increpándote, “salir a hacer ejercicio en invierno, ¿estás mal de la cabeza?”.
Recientes estudios, así como blog reputados de todas partes, confirman que no es tan mala idea y que correr con frío tiene numerosos beneficios. Es mucho más cómodo y tu cuerpo reacciona mejor que cuando sales con calor y, además, la Mayo Foundation for Medical Education and Research lo recomienda como protección contra el resfriado. También te ayuda a respirar mejor y mejorará tu autoestima y fortaleza mental, puesto que, en vez de quedarte en la cama, estás saliendo a hacer deporte contra viento y marea.
Estudios recientes afirman que correr con frío conlleva numerosos beneficios
Y por último, y no menos importante, quemarás mucho más que cuando corres en verano, gracias a un fenómeno conocido como termogénesis. Cuando te encuentras haciendo ejercicio en invierno, necesitas más energía para entrar en calor, por lo que consumes más calorías. En otras palabras, solo queda responder cómo correr con frío sin lastimarte la garganta o agarrar un resfriado, porque las ventajas han quedado claras. Y respecto a tus seres queridos, también te dijeron que no aguantarías en el gimnasio o haciendo tablas de ejercicios, ¿no?
Consejos para salir a correr en invierno
Una vez ya sabes los beneficios que tiene hacer running durante la estación más fría, no es cuestión de salir a lo loco. Que tenga ventajas, no quiere decir que no pueda tener contrariedades. Aquí te dejamos los mejores consejos para salir a correr con frío, para que lo hagas con todas las precauciones y cuidados necesarios.
1. Un buen calentamiento
La antesala primordial antes de cualquier ejercicio y, más aún, cuando nos enfrentamos a estas temperaturas tan bajas. Si hace más frío del habitual, en torno a los cinco grados, es importante que calientes durante unos diez minutos y muy importante, no lo hagas en espacios calientes.
2. La engañosa hidratación
Pensarás que, como hace frío, no hace falta beber mucho líquido, ¿no? Conforme bajan las temperaturas, la sensación de sed no es tan prominente, pero eso no quiere decir que no necesites agua. Recuerda, hidrátate como debes, aunque sea invierno y no sudes tanto.
5. Vigila las superficies que pisas
Mira bien por dónde vas, porque no es lo óptimo que salgas el primer día, el suelo esté helado, te caigas y te tuerzas el tobillo. Además del suelo gélido, te puedes encontrar con diversas superficies de diferentes características, unas más duras y otras más suaves, e incluso embarradas. Los cambios de espacio pueden afectar a la pisada y, en consecuencia, a tus rodillas, por lo que, para evitar lesiones, es recomendable reducir los kilometrajes.
4. De noche, mejor por la acera
Como bien sabrás, en invierno contamos con menos horas de luz, por lo que es posible que esté oscuro cuando salgas. Ve siempre por lugares con luz artificial, como caminos con farolas o la acera. Y si llegas a algún tramo de asfalto, corre siempre por tu lado, bajo las luces y, muy importante, viste con colores reflectantes.
5. Cuidado con el aire helado
Uno de los temores más frecuentes de correr con frío concierne a la garganta. Efectivamente, el aire frío no es nada bueno para los pulmones y si no estás acostumbrada a hacer ejercicio bajo estas condiciones, puedes sufrir problemas de respiración al finalizar. A aquellas que tengáis asma, os costará un poco más recuperar el aliento, pero no os preocupéis, es algo habitual. Conforme más se practica esta modalidad de running, más se acostumbra el cuerpo.
Además de perjudicar tus pulmones, el viento frío también puede inflamarte los nervios de la cara o hacer que se te duerman. ¿Cómo lo evitamos? No te asustes, empieza tus carreras de cara al frío, cuando más energía tienes, y déjalo a tus espaldas a la vuelta, que es cuando más cansancio acumulas.
6. ¿Qué ropa me pongo?
Para empezar, deberías vestir una camiseta térmica, fundamental para combatir el frío gracias a su capacidad de mantener el calor. Y, por otro lado, el chaleco y el chubasquero, que serán tus mejores aliados para combatir la climatología adversa. Otras piezas también importantes son, la cinta para cubrirte las orejas y los guantes, preferiblemente de poliéster.
7. La braga: tu mejor amiga
Se trata de la pieza más importante junto a las zapatillas. Si quieres hacer las cosas bien y con cabeza, nunca te olvides de este elemento. La braga, también conocida como braga militar o de cuello, es una prenda de abrigo hecha con nylon y es muy ligera y transpirable. Sus características hacen de ella una pieza básica para todos los runners, porque cubre cuello, nariz y boca, protegiendo la garganta contra el viento congelado.
8. Zapatillas, ¿cuáles son las más indicadas para correr con frío?
Si estás decidida ya a correr con frío, toca decidir el trayecto y, dependiendo de lo que elijas, te equiparás con deportivas diferentes. Si vas por caminos donde, presumiblemente, hay más barro y zonas fangosas, es preferible unas zapatillas con tacos, que se adaptan mejor a estas superficies. En cambio, si te decides a correr sobre asfalto o aceras, un calzado con multitacos será la mejor opción, de ese modo, estás preparada en caso de que rompa el cielo a llover.