Ya estamos a la puerta de la temporada estival. Ya es hora de lucir nuestra silueta, la que nos hemos estado “trabajando” todo el invierno, y que, si hemos hecho las cosas bien, la Operación Bikini ya habrá concluido o lo estará en breve, y no tendremos ningún reparo. O tal vez sí.
Si aún piensas que deberías ajustar un poco más, debes tener cuidado con las informaciones que encontrarás circulando por la red. Estamos hablando de las dietas milagro.
No es oro todo lo que reluce
Un frase bastante «reluciente» y, en este contexto, no es para menos. ¿Qué tal si pierdes 5kg en una semana? Wow, de fábula ¿verdad? Si nos sigues desde hace tiempo, te será muy fácil detectar que este tipo de títulos están condenados al fracaso. Pero si aun así, caes en esta información, al menos, procura que los demás se enteren de por qué no se deben seguir. Si encuentras vocablos del estilo: perder peso, rápidamente, cuestión de días, sin agobios… nos lo están poniendo en bandeja para automáticamente borrarlo de nuestro historial.
El peligro de las dietas milagro
El principal peligro que pueden ocasionar está relacionado, con ni más ni menos, nuestra salud. Suprimir durante un corto periodo de tiempo los nutrientes esenciales, puede suponer un serio riesgo para nuestra salud. Y con esto, no se debe jugar, ni por querer «lucir» mejor. Cuando seguimos una dieta muy estricta nuestro metabolismo se ve ralentizado, ya que el organismo conserva la mínima energía que le estamos aportando. Obviamente, la consecuencia puede ser que la fuente de energía provenga de un tejido muy preciado, nuestra masa muscular.
Por esta razón, cuando nos «ponemos a dieta», el objetivo deber ser siempre perder grasa, no peso
Podemos encontrar consecuencias bastante graves desde los dos ámbitos: físico y mental.
- Del lado físico: se va a experimentar una debilidad muscular inmensa a medida que avancen los días. Se cae en una fatiga continua que nos va impidiendo realizar nuestra rutina de entrenamiento y nuestros quehaceres diarios. Nuestro descanso también puede verse alterado, y fruto de ello, aparentar un peor aspecto como la aparición de ojeras.
- Del lado psíquico: podemos encontrarnos con falta de vitalidad, cambios de humor, irritabilidad, depresión e incluso ansiedad, bajo apetito sexual… Y dentro de los casos más graves, derivar en trastornos como la bulimia o anorexia.
Otro punto a tener en cuenta es que si hemos producido un cambio muy brusco en nuestra alimentación siguiendo las pautas de un plan de alimentación de una de las dietas milagro y con ello, oh! hemos perdido algunos kilos, lo más probable será que dicho peso vuelva, e incluso dejándonos en «peores condiciones» que antes, es decir, el temido efecto rebote.
Dieta saludable
La conclusión que debemos sacar es que todo aquello relacionado con la dieta, nunca se debe conjugar en la misma frase junto a la palabra rapidez. Además evita la desesperación por adelgazar. Establecer una dieta saludable y el transcurso del tiempo, irán paulatinamente produciendo los cambios que nos propusimos en un momento dado. Tal como hemos visto, dieta no debe significar ningún sacrificio, sino todo lo contrario, es mantener un estilo de vida.