¡El famoso ramo verde! ¿Lo consumes habitualmente?
¡Os daré algunas razones para convenceros!
¿Sabes que el brócoli se caracteriza por su actividad anticancerígena? ¿Cómo?
Tiene un biocomponente conocido como glucosinolato, ejerciendo función anticancerígena en nuestro organismo.
Está compuesto por azufre y nitrógeno, que por determinados procesos dan lugar a otros compuestos activando enzimas detoxificantes por expresión génica.
¿Cantidad de consumo recomendada de este alimento? 350-500 gramos por día.
¿Cómo podemos cocinarlo? ¡Os propongo acompañar vuestros platos con una buena ración de brócoli al vapor! Mientras menos temperatura mayor conservación nutritiva; aunque de vez en cuando unas vueltas en la sartén con aceite de oliva ¡está buenísimo!
¿Cómo puede el brócoli tener actividad anticancerígena?
Este efecto se encuentra en su componente bioactivo “glucosinolato”, compuesto que contiene azufre y nitrógeno. Estos elementos se hidrolizan por una enzima que se activa cuando masticamos este alimento y cuando comienza el proceso digestivo. Esta enzima, una vez activada hidroliza los glucosinolatos, dando lugar a otro compuesto “sulforafano” ¡éste es el que produce esta actividad! ¡Actúa a nivel del hígado!
¡Y lo curioso que es nuestro organismo! Tendremos que cuidarlo para que pueda realizar todas estas funcionas ¿verdad?
¿Cómo actúa el sulforafano a nivel del hígado?
Induce la expresión de enzimas ¿y qué ocurre? Este compuesto se une a un determinado sitio de las histonas promoviendo su acetilación dando lugar a la expresión de una serie de genes que están involucrados en la detención del ciclo celular y en apoptosis ¿cómo os quedáis?
¡El brócoli contiene el biocomponente “glucosinolatos” que mediante una serie de procesos, detiene el ciclo celular y apoptosis. ¡Y todo ello depende de la expresión génica del DNA!
¿Qué beneficios obtendréis con el consumo de este vegetal?
– Actividad anticancerígena a nivel del aparato digestivo, estimulando la muerte natural de las células cancerígenas (apoptosis)
– Protección contra cánceres hormonales y prevención en la formación de tumores en el colon y en el hígado
– Previene las arritmias, la arterioesclerosis y otras enfermedades coronarias
– Reduce el colesterol y la hipertensión
– Aporta bienestar emocional, evitando así estados de estrés y depresión por su contenido en ácido fólico junto con magnesio, fósforo y hierro
– Di adiós a la acidez ¿cómo? El sulforafano no solo combate con células cancerígenas, sino que, además logra frenar el avance de la bacteria Helicobacter pylori, una de las causas de la formación de úlceras gástricas.
– Proporciona protección de la vista, oído y piel, así como la reducción de padecer cataratas; evita enfermedades cutáneas, sequedad, manchas, acné, etc.; fortalece el sistema inmunológico; previene la osteoporosis…
¿Combinamos estos beneficios con la huella ecológica? ¡Aprovecha y cocina este alimento al vapor! A mayor temperatura…más pérdida de nutrientes, por lo que…menos beneficio a nuestro organismo. Además… ¡gastas más gas! Ahorra y solidarízate con el medio ambiente.
Lista extremadamente extensa de beneficios, ¿verdad?…¿Ahora os animáis a consumirlo? ¡Os lo dejo en vuestras manos!
