Es muy común confundir la delgadez con estar en forma o llevar un estilo de vida saludable. Esta creencia es un error.
Sabemos que estar delgadas no conllevará a tener problemas por culpa del sobrepeso. Sin embargo, estar delgada no significa que no podamos tener otro tipo de problemas iguales o más perjudiciales. 
Problemas de no desarrollar tono muscular
Cabe la posibilidad de que una persona delgada, sufra numerosas contracturas debido a lo que se conoce como hipotono muscular. Tener poco tono muscular, puede llevar a que en el momento de hacer grandes esfuerzos, el propio músculo se resienta, provocando roturas dolorosas.
Este mismo problema, puede dar lugar a otros problemas, como se puede dar en casos con chicas con mucho pecho. El no tener la musculatura del tren superior suficientemente desarrollada, puede conllevar a problemas de postura, que a largo plazo pueden incluso originar deformaciones en la columna vertebral.
Por otro lado, disponer de un bajo porcentaje muscular, hace que podamos sufrir una obesidad enmascarada. Lo que significa que aunque a simple vista parezca una persona delgada, su porcentaje de grasa es muy superior a lo “saludable”. Esto podría llevar al riesgo de padecer colesterol en el futuro, arteriosclerosis u otras enfermedades que pueden causar los excesos de ácidos grasos en nuestro organismo.
Por último, otro factor que se debe destacar, es que con la práctica de ejercicio físico, la estructura ósea, absorbe mejor los nutrientes, como el calcio, dando lugar a un hueso más sano y más fuerte, con lo que disminuye la probabilidad de sufrir osteoporosis en un futuro. Pues como todas sabéis durante la “etapa de la menopausia” la estructura ósea pierde solidez.
Consejos
- Organiza y planifica tus comidas, intenta realizar 5 comidas diarias, nunca te saltes ninguna, y tampoco piques nada entre horas
- Comienza a fijarte en las tablas nutricionales de todos los alimentos que consumas, te darán detalle de cómo te estás alimentando. Una vez te fijes en esto, trata de reducir todos los alimentos que tengan excesivo aporte graso en proporción a hidratos de carbono y proteínas
- Hidrátate correctamente, trata de tomar una media de dos litros de agua diariamente
- Toma abundante fruta, procura tomar aproximadamente entre 4 y 5 raciones diarias. Cuanto más variado mejor. Las comidas de media mañana y media tarde son ideales para consumir frutas
- Ajusta la ingesta de proteínas, en caso de que quieras ganar músculo, debes de tomar aproximadamente entre 1-1,5 gramos por kg de peso corporal a lo largo de cada día y repartido entre todas las comidas, ya que el organismo no metaboliza grandes cantidades proteicas en una comida y además es perjudicial para nuestro sistema endocrino
- Trabaja en el gimnasio mediante ejercicios de fuerza, pero siempre adaptando el ejercicio a tu umbral de fuerza y sobre todo respetando la técnica de cada ejercicio, entrenar con intensidad no es sinónimo de morir en el gimnasio. Recuerda siempre esta frase: no hay que entrenar duro, si no de forma inteligente
- Y por último, en el gimnasio, siempre siempre siempre, antes de comenzar debes de realizar un buen calentamiento que te prepare tanto física como mentalmente para sacar un buen rendimiento al entrenamiento, entrena de forma concentrada y sabiendo lo que haces.