Al oír que una persona sigue un estilo de vida fitness, las imágenes que nos suelen venir a la mente son las de alguien que va al gimnasio cada día. Tiene una alimentación estricta, toma suplementación ¿Es realmente así?
Una persona con este estilo de vida no es necesariamente alguien que se dedica al culturismo, o un atleta profesional. Tampoco tiene por qué trabajar en la industria del deporte, ni vestir a la última con todas las marcas y nuevas tendencias de ropa deportiva. Es simplemente alguien que disfruta realizando actividad física, presenta hábitos saludables. Y como todas las personas, también sabe adaptarse a las circunstancias y puede disfrutar de una cena en un restaurante tanto como de una carrera por la montaña.
¿Te gusta esta idea pero no sabes cómo iniciar el cambio?
He aquí algunos consejos que podrán guiarte:
- Encontrar el por qué: Determinar la motivación o motivaciones principales que te mueven a querer adoptar este estilo de vida ¿Quieres mejorar tu salud, verte mejor físicamente o quizás competir en algún deporte?
- Definir objetivos: Marcar qué fines persigues, tanto a corto como a largo plazo. Quizás tu fin sea llegar a participar en una media maratón, pero primero deberás correr tu primer quilómetro.
- Comenzar con pequeños cambios: Sólo modificando algunos hábitos, como subir escaleras, comer más fruta, moderar el alcohol. Ya se consiguen grandes beneficios sobre la salud.
- Dejarse asesorar: Puede que te sientas perdida al principio. Busca asesoramiento profesional, y déjate guiar para encontrar lo que realmente necesitas y pueda gustarte. No sirve de nada copiar la dieta de tu amiga o correr porque está de moda.
- No empezar de golpe: Querer cambiar de un día para otro no es nunca una buena opción. Iniciar una dieta estricta, o sobreentrenarse, no sirve más que para generar ansiedad y propiciar la aparición de lesiones.
- Rodearse de personas similares: Relacionarse con personas que persiguen este estilo de vida o ya están metidas de lleno en ella, facilita el mantener esta conducta. Además, el realizar una actividad permite conocer gente nueva y ampliar el círculo de amistades.
- Enorgullecerse de los progresos: Por pequeños que sean, siempre estar satisfecho con los avances que se consiguen. Disfrutar no sólo de los logros físicos, sino también de la mejora en el bienestar mental que proporciona la actividad física, además de divertirse siempre con todo lo se haga.
Y sobre todo ¡Nunca te conformes! La base de toda vida fitness es siempre buscar una mejor versión de ti ¿A qué esperas para empezar?